La incorporación laboral de los antropólogos y antropólogas en empresas siempre ha sido un tema conflictivo, si bien es cierto que cada vez se antoja más viable. Ya sea en labores de investigación de mercado, como en agencias de publicidad, en empresas tanto privadas como públicas, se trata de sumar valor a equipos formados por personas que dirigen sus servicios a personas. El surgimiento de la antropología estuvo sujeto a la revolución industrial y la internacionalización del mundo occidental. Por lo general, el profesional de la disciplina estudia el comportamiento de los consumidores y de las empresas y todo lo que derive de estos agentes desde una perspectiva socioeconómica.

Desde el imaginario y el estereotipo académico, históricamente siempre ha sido difícil aceptar que un antropólogo o una antropóloga trabaje para el “sistema”. Por otro lado, con el tiempo se ha ido vislumbrando una metodología que aplica el método etnográfico en relación a este ámbito, haciendo de él un ejercicio más responsable y atento a la “voz” de los consumidores. Las disciplinas económicas han visto en la antropología un papel social como vehículo de cohesión social y de mejora de productos. Así pues, aporta a la empresa una visión holística, potencia el trabajo en equipo, soluciona problemas y mejora la captación y análisis de datos cualitativos, así como la comunicación global. Compañías punteras como Microsoft, Intel, IBM, Walt Disney o el gobierno norteamericano cuentan en sus plantillas con profesionales de la antropología.

Para el blog Antropología industrial, especializado en la materia, el enfoque antropológico puede proporcionar una mejora en la gestión y rentabilidad de una empresa mediante las siguientes labores:

  • Evaluación y adaptación de las prácticas de grupos de trabajo, diseño de productos y entornos y estrategias de proyectos en un mercado cambiante
  • Análisis del uso de productos y servicios, la forma de pensar de los consumidores, el atractivo de la marca, los datos de investigación y las causas de motivación de empleados, clientes y asociados.
  • Mediación en las relaciones de trabajo y en conflictos para reducir los costes y aumentar la eficiencia.
  • Facilitación de la comunicación efectiva con audiencias diversas.
  • Organización y gestión de proyectos grandes y complejos con actores que representan a una amplia gama de intereses
  • Realización de evaluaciones objetivas, orientadas a objetivos y factores de riesgo.
  • Redacción de propuestas de presupuestos por proyectos y obtención de patrocinios o subvenciones, así como posibilidad de obtener fuentes de financiación alternativas.